VII
Éramos lo
suficiente mayores para creer que era una broma. Una broma de esas de la
televisión, con efectos especiales y extras sobreactuando. Ya éramos personas
relativamente maduras, trabajábamos, vivíamos en casas que no eran las mismas
dónde vivían nuestros padres, leíamos libros que antes no habríamos entendido,
cosas así. Pero se ve que la madurez no puede salvarte de ser aplastado por un
monstruo interdimensional.
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