lunes, 12 de enero de 2015

Willy Wonka y los Reyes Magos



///Y empezamos con un comienzo (dos párrafos) de un cuento inacabado, cuyo título iba a ser “La Loca Fábrica de Mr. Pzolf”. La idea era hacer una versión de uno de mis libros favoritos de la infancia, “Charlie y la Fábrica de Chocolate”, pero sin esclavismo y de un marcado carácter socialista utópico. Es decir, lo dejé de escribir porque no era más que un panfleto que parecía salir de un ser llamado Robert Dahl Owen, un mutante bicéfalo, que siempre lleva zuecos y es fan de Duran Duran. ///

Kurt Guttwein era un hombre feliz. Tenía una mujer que lo quería (¡Después de veinte años casados!), dos hijos que lo respetaban (y esperaba que también lo quisiesen), una paga decente, una bonita casa con un bonito jardín y, pasaba un mes al año tostándose al sol en Málaga, España. Kurt parecía tener una vida de lo más normal, a los ojos de sus vecinos y conocidos en su barrio residencial a las afueras de Eisenburg había logrado lo que muchos trabajadores fabriles soñaban: conseguir un puesto intermedio, bien pagado y que no daba muchos dolores de cabeza. Así es, Herr Guttwein era Técnico en Control y Evaluación en la Fábrica Flozp, propiedad de Mr. Pzolf.

Mr. Pzolf era una persona importante en Eisenburg ya que era el heredero de Herr Pzolf, dueño de las acererías Pzolf y de otras muchas industrias y negocios. Aunque Mr. Pzolf no era un personaje muy público, no podía dejar de acudir a ciertas festividades y celebraciones a las que su padre también había ido en vida, entre las cuales estaba el homenaje al citado difunto, que reunía a trabajadores, políticos y otras personas relacionadas con los negocios del patriarca. Este tipo de eventos aburrían muchísimo a Mr. Pzolf, a quién lo que de verdad le gustaba era ir a la Fábrica Flozp y pasar allí el día junto a sus empleados y las ideas de él y ellos. Por ello, todo el resto de los negocios de Mr. Flozp los llevaban gerentes, que habían sido antiguos obreros de las fábricas y conocían al dedillo el día a día de las diversas empresas. Aun así, ninguno de estos gerentes de confianza sabía a ciencia cierta que se hacía en la Fábrica Flozp, y aunque esto les intrigaba ciertas veces, el respeto hacía Mr. Flozp o el miedo a perder unos cómodos puestos de trabajo por los que habían sudado años les hacían callar cualquier pregunta.

=== Cuando busco “Oompa Loompa” en Google Scholar y me salen 1.140 resultados. Y es más, gracias a Mendeley empiezo uno de esos viajes hipervinculados y termino sabiendo que OOMPA es un programa de ordenador que analiza  los genes en busca de cáncer (o algo así). Y entonces comparo los Oompa Loompas de la película de Stuart Mill “Willy Wonka & the Chocolate Factory” (1971) con “Charlie and the Chocolate Factory” (2005) de Tim Burton, y veo que los últimos Oompa-Loompas parecen capaces de curar el cáncer. No son pequeños freaks de colores extraños, son obreros especializados, lumbreras de la ciencia del chocolate. Y me pregunto ¿Cuántos Oompa Loompas hacen falta para curar el cáncer? Y no me puedo responder, y no puedo seguir hablando de ello porque en Wikipedia me entero de que Stuart Mill es primo de Stan Lee. El bucle sigue, destruyendo cualquier posibilidad de huida.
 :// WELCOME TO THE INTERNET
(                         vacío)


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aparece la estrella que guía a los reyes de oriente
en alemán son los tres reyes santos (Heilige Drei Könige)
En inglés encontramos el término “Three Wise Men”.
Seguramente el hecho de que sean santos o sabios hace que no puedan traer regalos, tanto en el mundo anglosajón como en el mundo germánico. Eso deja claro que lo más mágico de las Navidades son los regalos, no el comer hasta hartarse o el socializar con familiares. Los buenos regalos son como Jesucristo, infunden de amor y son imperecederos. Y como he sido muy bueno, y como he dejado una estrella en mi texto, y como una vez más estoy divagando cosas fina solo pido un DVD con la película de Willy Wonka & the Chocolate Factory(1971). Y si como son tres reyes pido dos cosas más. Un historiador especialista en la historia de la ciencia en la URSS y sus países satélites. Y Charlie and the Chocolate Factory (2005).


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