Después de una
noche de ver como en Andalucía las cosas no cambian mucho, como Francia y su
política parecen estar patrocinada cada vez más por una famosa marca de agua
con gas catalana y, como se tortura a los estudiantes de primaria catalanes con
la adición de una nueva comarca, el despertar no podría vaticinar tal espanto.
He leído en mi
periódico de referencia que uno de cada veinte niños rusos adoptados acaban
siendo convertidos en siervos de clanes vampíricos. Enseguida he intentado
verificar esta información yendo a otros medios, sin encontrar en ellos ningún
dato tan escalofriante. Al volver a la página del medio de información de dónde
había surgido la noticia, esta había desaparecido. Extrañado, me he puesto en
contacto con el defensor del lector del medio preguntando por la noticia. En su
breve respuesta me ha informado de qué tal noticia nunca ha sido subida a la
web del periódico. En mi breve respuesta a su breve respuesta he pedido que me
diese el contacto de A.Z.C., autora de la noticia, ya que quería que me
confirmase ella misma que tal noticia no había existido. El defensor del lector
me ha informado que acababan de despedir a A.Z.C. y que por ello no podía darme
su información de contacto. He desistido de responder y he buscado por Internet
una manera de ponerme en contacto con la autora de la noticia. No ha habido
manera, se han hecho las 10 de la mañana y he tenido que ir corriendo hacia el
metro.
Otra vez he
llegado tarde a la fábrica de cajas de cartón y me han echado la bronca.
Mientras revisaba que el robot que hace las cajas las hiciese bien (para
sentirme más realizado también me imagino encargado de más que de eso, me veo
como la primera línea de batalla en el momento en que los robots decidan atacar
a la humanidad, no se preocupen, por ahora los robots no atacan y hacen bien
las cajas), he mirado el móvil, a punto de volver a insistir al defensor del
lector que me diese una forma de contactar con la periodista, pero antes he
decidido probar suerte yo solo una vez más. Al abrir el buscador de
internet y teclear el nombre de A.Z.C. me ha salido la noticia de que ésta
había muerto en un accidente de tráfico, hoy mismo, por la mañana. Me he asustado. Me he persignado. He
vuelto a leer la noticia, incrédulo. Ha venido mi supervisor y me ha dicho que
o dejo el móvil o me voy a la calle. He dejado el móvil y me he olvidado de
todo porque ya tengo suficiente salvaguardando a la humanidad de la venganza
robótica. Robots y vampiros son demasiado para una sola persona. Cada héroe con
su causa.
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