jueves, 12 de febrero de 2015

Autorretrato



Me levanto por la mañana con menos pelo que ayer, pero todo se puede explicar por la visita a la peluquera, así que en vez de preocuparme y saturar el buscador de Internet con preguntas sobre la alopecia, me ducho.
La ducha es como siempre, jabón por el cuerpo, champú por el cabello. Noto que tengo menos pelo. Sigo sin preocuparme, aún soy consciente de que ha desaparecido de forma voluntaria. La post-ducha es más rápida, hay menos pelo que secar. Hoy no me afeito y me sale un bigotito adolescente de lo más patético. Perdón, me he expresado mal. Dejo el bigotito adolescente (de lo más patético) en su sitio, no ha surgido fruto de la decisión de no afeitarme. Eso sería divertido. A veces, la realidad no supera la ficción.
Cojo el bus (13 A) con una libreta y un boli y un libro en una bolsa de tela. He tomado un buen desayuno. Huevo pasado por agua, tostada con queso feta, y café negro (ya que es colombiano, le llamaré afrocolombiano, en un intento de dar presencia en este texto a esta población tan oprimida). Llego a mi parada, camino a mi café favorito y estoy tres horas leyendo y tomando notas. Algunas ideas para un autorretrato:
1)      A veces me corto el pelo.
2)      Me gusta desayunar bien, comentar que desayuno, convertirme en ejemplo de una dieta potente para dar energía al cerebro. ¿Salir en “Las Mañanas de la 1” comentándolo? ¿Qué le diría a Mariló?
3)      Comentar lo que leo, los último cómics: “MPH”, “The Manhattan Project”, “Bitch Planet”, “Secret Six”, “Resurrectionists”
4)      Dahl y el cigoto de un lector, Verne y el nacimiento de un lector, Moore y la adolescencia de un fan, Dick y el crecimiento de un fan, Cortázar y el goce, Bolaño y el querer escribir, y ese largo etc, continuará, hasta la próxima amigos!
5)      “Sexo, drogas y rocanrol” o “El entrenamiento de un ninja para el amor”
6)      Política, politología, la profesión, el trabajo  y los niños, mamasita sácame del precariado!

Vuelvo en metro después de dar una vuelta, ha salido el sol, milagro en la gris Viena. Veo a una mujer de rodillas y en silencio. Luego me doy cuenta que es una mujer con enanismo y un abrigo de talla de persona sin enanismo. Y me corrijo en la cabeza todo lo políticamente incorrecto. Además, me hace una especial ilusión este trampantojo en el metro, me quedo con la imagen, la atesoro en ese baúl de la memoria dónde meto este tipo de objetos/momentos encontrados. A veces la realidad supera la ficción. 



 El DNI es el reflejo del alma

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